miércoles, 14 de diciembre de 2011

El Pesebre - Los villancicos - La Misa de gallo San Nicolás - El árbol de Navidad - Los reyes magos


La historia de la Navidad Los antecedentes sobre la celebración de la Navidad son de carácter religioso y están sujetos a las manifestaciones culturales de los pueblos paganos y cristianos. La ceremonia de Navidad más antigua se remonta al período entre los años 320 y 353, cuando se conmemoraba el nacimiento de Cristo. Los romanos, por ejemplo, celebraban fiestas y ritos a sus diferentes dioses, los días del 17 al 23 de diciembre. Rituales que involucraban los más ricos platos y bebidas. El día 25 era la fiesta pagana del Sol. El 19 de diciembre era el día más importante, ya que se celebraba una gran fiesta en honor a Saturno, dios de la agricultura. Con una duración de siete días, de banquetes y bebidas, los romanos le pedían bienestar a su dios. Al mismo tiempo, se celebraba en el norte de Europa una fiesta de invierno similar, conocida como Yule, en la que se quemaban grandes troncos adornados con ramas y cintas en honor a los dioses para conseguir que el sol brillara con más fuerza. Por otro lado, La Biblia se refiere al Mesías como "Sol de Justicia". Por ello, desde fines del siglo IV, en el mundo cristiano se celebraba la Navidad el 25 de diciembre a excepción de las iglesias orientales, griegas y rusas que la realizaban el 6 de enero con la fiesta Teofanía o manifestación de Jesús como Dios. Como los evangelios no mencionan fechas, no es seguro que Jesús naciera ese día. De hecho, el día de Navidad no fue oficialmente reconocido hasta el año 345, cuando por influencia de San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianzeno se proclamó el 25 de diciembre como fecha de la Natividad. Una vez proclamada oficialmente esta fecha, la Iglesia católica añadió posteriormente en la Edad Media los villancicos a sus costumbres. En esta época, los banquetes eran el punto culminante de las celebraciones. Por años, las celebraciones debieron ser interrumpidas, cuando en 1552, los puritanos británicos prohibieron la fiesta de la Navidad. Aunque la Navidad volvió a Inglaterra en 1660, bajo el reinado de Carlos II, los rituales desaparecieron hasta la época victoriana, cuando el príncipe Alberto instituyó de nuevo la práctica. La Navidad actual, como se vive cada año, es una creación del siglo XIX. El árbol de Navidad, originario de zonas germanas, se extendió por otras áreas de Europa y América. Los villancicos, que eran cantos típicos del pueblo, fueron recuperados, al tiempo que se componían otros. Las tarjetas de Navidad empezaron a utilizarse a partir de 1846, año en que se imprimió la primera de ellas en Londres. El Pesebre Al parecer fue Francisco de Asís, fundador de la orden franciscana, el iniciador de la representación del nacimiento entre los años 1200 y 1226. Siendo apóstol, Francisco de Asís recorría los campos de la población de Rieti en busca de señales de Dios. En la Navidad de 1223, estando en la ermita de Greccio, una fuerza divina lo impulsó a reproducir en vivo el misterio del nacimiento de Jesús. Construyó entonces, una casa pequeña de paja, similar a un portal, puso un pesebre en su interior, trajo un buey y un asno e invitó a un grupo de personas a reproducir la escena de la adoración de los pastores. La idea de reproducir el nacimiento se popularizó rápidamente en todo el mundo cristiano. De los seres vivos se pasó a la utilización de figuras de barro. Otra versión dice que el primer nacimiento se construyó en Nápoles, Italia, a finales del siglo XV y que estuvo hecho de figuras de barro. Carlos III ordenó que los belenes, llamados así en italiano, se popularizaran en todo el reino itálico y español. En América, los frailes introdujeron las costumbres navideñas cristianas utilizándolas para la evangelización de los indios nativos. Las iglesias contaban con sus belenes en sus templos. Las figuras de un belén podían ser de distintos tamaños, incluso de tamaño natural, y recreaban las distintas escenas que se recorren en el nacimiento del Niño Jesús, desde la búsqueda de la posada, el nacimiento, la anunciación del ángel a los pastores, la adoración y las ofrendas al Niño por parte de los Reyes Magos. El misterio de la Natividad representado en el pesebre se convirtió en una tradición indispensable en las culturas católicas, apostólicas y romanas. Hoy en día, los tamaños y elementos del pesebre varían de acuerdo al espacio y al acabado. En Latinoamérica se acostumbra todavía hacer los pesebres en vivo. Los Villancicos - Cantos 'vulgares' a Dios Se cree que los cantos navideños nacieron en Inglaterra, de manos de Enrique I, cuando los cantos eran en latín y amenizaban las fiestas de la Corte. "El Canto del Jabalí", llamado canto del villano, fue su predecesor, antes de que en los siglos XV y XVI se popularizaran por toda Europa. Las representaciones medievales de los misterios cristianos, se convirtieron en cantos comunes y divulgados por juglares y mensajeros. En el siglo XVII, aquellos cantos tomaron un carácter religioso. Numerosos sacerdotes componían piezas y melodías para llevar a sus templos las alabanzas a Dios. Los villancicos son coros o estribillos, que se repiten unos a otros, por medio de las melodías. Los ingleses los llamaron Christmas Carols y los franceses Noels. La Misa de gallo - Rezos y plegarias de media noche La Misa de Gallo se celebra la noche del 24 de Diciembre a las 12 de la noche. Su celebración conmemora el nacimiento del Niño Dios y tanto las lecturas como los cantos giran alrededor de la natividad. Después de la cena de Navidad, las familias católicas se dirigen a la iglesia para asistir a la ceremonia. La iglesia tomó esta costumbre de los ritos de los templos de Jerusalén que celebraban tres misas el día del nacimiento de Jesús. La primera en la noche en la cueva de la natividad, santificando así la hora del nacimiento del Señor. La segunda al amanecer como signo de la resurrección y recordando el natalicio del Dios-hombre; y la tercera en el templo, siendo ésta el oficio solemne del día. Los romanos también celebraban tres misas: una en la noche en Santa María la Mayor recordando la hora del nacimiento. Otra al amanecer recordando el misterio de la resurrección y la tercera el oficio solemne del día, en San Pedro. San Nicolás - El mito de 'Santa Claus' La imagen corriente de Santa Claus, con el trineo, los renos y las bolsas con juguetes, es una invención estadounidense de este siglo. Aunque la leyenda de Papá Noel proceda en parte de San Nicolás, un religioso del medioevo, es quizás uno de los mayores misterios que se encierra alrededor de la celebración decembrina. Nicolás fue un santo nacido en el puerto de Patara, en Asia Menor, hace muchos siglos. Llegó a ser obispo de Myra y como tal desarrolló una importante labor social repartiendo regalos entre los niños desprotegidos y las mujeres desamparadas. Sus obras le otorgaron el título de Santo. La historia de San Nicolás reapareció muchos años después de su muerte en Holanda, donde la víspera de su día (6 de diciembre), se escuchaban pasos y sombras de un hombre que recorría la ciudad repartiendo regalos a niños vagabundos. Sus visitas anuales se realizaban en la Nochebuena, por lo cual recibió el nombre de SintirKlass. Sus primeras visitas a América fueron en el día de San Nicolás, para traer regalos a los niños de las colonias holandesas. Sin embargo, dado que la cultura norteamericana tiene una fuerte presencia inglesa, este fue llamado Saint Claus, nombre con el que se conoce en Estados Unidos y América Latina. De acuerdo a las regiones y países, este personaje cambia de nombre. En Francia se hace llamar Père Nöel; en Alemania es Kriss Kringle (Niño Cristo) y está personificado por un hada masculina; y en Rusia es el Abuelo Invierno. En cambio en Italia, existe un mito muy curioso entorno a Santa Claus. Según la leyenda la bruja Befana, barría su casa cuando pasaron los Reyes Magos hacia el pesebre de Belén y la invitaron a ir con ellos. Al no acompañarlos, la Bruja sale cada año a repartir regalos en busca del Niño Dios, como acto de arrepentimiento. El árbol de Navidad - un abeto milenario Aunque no se habla de una relación directa entre la religión católica y el uso del árbol de Navidad en el mes de diciembre, el arreglo es una práctica tan común como el pesebre, la Misa de Gallo, Santa Claus y el día de Reyes Magos. No existe un registro detallado que certifique sobre el primer uso del árbol de Navidad, para festejar el nacimiento de Jesús. Pero se menciona que en el año 200 d.C. ya se presentaba el uso de árboles en la celebración de la Navidad. Aunque no dejan de ser conjeturas, para el siglo VI, el papa Gregorio I recomendaba tolerancia a los miembros de la jerarquía eclesiástica hacia las manifestaciones populares que por su festejo y creencia bien podían tener una interpretación pagana. La leyenda del abeto es tan vieja como el cultivo del mismo árbol. Fue en el siglo VIII, en la antigua Germania, cuando un monje inglés, llamado Winfrid, taló en una nochebuena, un roble que era utilizado en las festividades paganas para ofrecer vidas en sacrificio. En ese mismo lugar brotó milagrosamente un abeto y por eso su especie se tomó como emblema del cristianismo. Para los bretones (grupo celta de Bretaña), el árbol de Navidad fue descubierto por Persifal, caballero de la mesa redonda del rey Arturo, mientras buscaba el Santo Grial o cáliz de la Última Cena de Jesús. La leyenda cuenta que el caballero vio un árbol lleno de luces brillantes, que se movían como estrellas. El escritor alemán Goethe, en su libro Werther, también hizo alusión a un frondoso arbusto lleno de caramelos y figuras religiosas. El antecedente más cercano a nuestra tradición parece remontarse a la Alemania de los primeros años del siglo XVII. En 1605, un árbol fue decorado para ambientar el frío de la Navidad, costumbre que se difundió rápidamente por todo el mundo. El árbol de Navidad llegó a Finlandia en el año de 1800; en Inglaterra en 1829, y fue el príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria, quien ordenó adornar el castillo de Windsor con un árbol navideño en 1841. La tradición del abeto decorado, salió de Inglaterra directo a Estados Unidos, en tiempos de la colonización. Se le atribuye a August Imgard, un hombre de Ohio, quien instaló el primer árbol navideño, en 1847. De ahí en adelante, la cultura norteamericana ha sido abanderada en materia de decoración navideña. Árboles cuyas dimensiones, abarcan la atención en parques, centros comerciales, tiendas, calles y hogares. Sintético, natural, seco, fresco, blanco o verde; lo que importa es que se sigue adornado cada año. Los Reyes magos El 6 de enero se celebra la llegada de los Reyes magos al establo donde nació Jesucristo. Fue desde la Edad Media, y principalmente en Francia, que se empezó a conmemorar la adoración de los Magos, cristianizando la costumbre pagana de elegir un "rey de las fiestas" en estas fechas. Inspirado en el Eclesiastés, la gente se reunían en la noche familiar alrededor de una rosca de pan dulce, en la que habían escondido un haba, como símbolo de la huida de la persecución del rey Herodes. Hoy en día, el roscón lleva en su interior una figurita como sustituto a la haba. La costumbre del pastel de Reyes se conoció en España a través de los soldados repatriados de Flandes y se hizo más popular bajo el reinado de Felipe V. Se adorna por encima con azúcar y tiras de fruta dulce y cristalizada. Algunos roscones pueden ir rellenos de crema chantilly, chocolate o cristales de caramelo. Se parte el roscón en pedazos iguales y a la persona favorecida con la figurita se le considera como el rey de la fiesta.

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