miércoles, 14 de diciembre de 2011

La historia de Navidad, Lucas ,Mateo




Lucas 2: 1-14
En esos días, el emperador dictó una ley que ordenaba hacer un censo en todo el imperio. Este primer censo se hizo cuando Quirino era gobernador de la Siria. Todos iban a inscribirse a sus respectivas ciudades. También José, como era descendiente de David, salió de la ciudad de Nazaret de Galilea y subió a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada.

Cuando estaban en Belén, le llegó el día en que debía tener su hijo. Y dio a luz su primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

En la región había pastores que vivían en el campo y que por la noche se turnaban para cuidar sus rebaños. El ángel del Señor se les apareció y los rodeó de claridad la Gloria del Señor y fueron presa del temor.

Pero el ángel les dijo: "No teman, porque yo vengo a comunicarles una buena nueva que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy ha nacido para ustedes en la ciudad de David un Salvador que es Cristo el Señor.

En esto lo reconocerán: hallarán a un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un pesebre."

De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron en torno al ángel y cantaban a Dios: "Gloria a Dios en lo más alto del cielo, y en la tierra, gracia y paz a los hombres."


Mateo 2:1-12
Habiendo nacido Jesús en Belén de Judá, durante el reinado de Herodes, vinieron unos Magos de Oriente a Jerusalén y preguntaron: "¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en Oriente y venimos a adorarlo."

Herodes y todo Jerusalén quedaron muy intranquilos por la noticia.

Reunió a todos los sacerdotes principales y a los maestros de la Ley para preguntarles dónde debía nacer el Cristo.

Ellos le contestaron que en Belén de Judá ya que así lo anunció el profeta que escribió:

Belén en la tierra de Judá, tú no eres el más pequeño entre los principales pueblos de Judá porque de ti saldrá un jefe, el pastor de mi pueblo, Israel.

Herodes, entonces llamó privadamente a los magos para saber la fecha exacta en que se les había aparecido la estrella.

Encaminándolos a Belén les dijo: "vayan y averigüen bien lo que se refiere a este niño. Cuando lo hayan encontrado avísenme para ir yo también a adorarlo."

Después de esta entrevista, los magos prosiguieron su camino. La estrella que habían visto en Oriente iba delante de ellos, hasta que se paró sobre el lugar en que estaba el niño.

Al ver la estrella se alegraron mucho, y habiendo entrado en la casa, hallaron al niño que estaba con María, su madre.

Se postraron para adorarlo y abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.

Luego regresaron a su país por otro camino, porque se les avisó en sueños que no volvieran donde Herodes.

Cada 24 de diciembre los cristianos celebran la Nochebuena y el 25, la Navidad. Esa es la fecha elegida para conmemorar el nacimiento del hijo de Dios, en Belén. Pero esto no siempre fue así. Aquí te contamos cuáles son los orígenes de esta fiesta que se celebra en el mundo entero.

Una fiesta cristiana en Oriente
Una de las explicaciones paganas más conocidas cuenta que originalmente el sentido de la Navidad no era festejar el nacimiento de Cristo, sino la promesa del retorno del Sol, evento que los europeos celebraban ya desde antes que el cristianismo se convirtiera en una religión oficial. (leer más)...

Una fiesta cristiana en Occidente
Mientras en Oriente festejaban el nacimiento de Jesús el 6 de enero, en el occidente de Europa empezaron a inclinarse por otra día: el 25 de diciembre. Esta fecha, como la anterior, tiene su origen pre-cristiano. En este caso, se trata de un culto al dios solar de los persas: Mitra. (leer más)...

Hoy se reconoce de manera casi unánime que la pre-existencia de las fiestas paganas relacionadas con la veneración al Sol, muchas veces representado como un niño recién nacido, fue lo que llevó a la Iglesia a fijar el nacimiento de Cristo la noche del 24 al 25 de diciembre.

La cristianización de la fiesta eliminó los ritos y símbolos paganos. Para constatarlo basta con repasar los rituales populares que rodeaban a la Navidad, sobre todo en Europa.

PARA PEDIR POSADA
(Letanías)

(Los Peregrinos...)

En el nombre del cielo, yo os pido posada, pues no puede andar, mi esposa amada.

(Los Hosteleros...)

Aquí no es mesón, sigan adelante, no les puedo abrir, no vaya a ser un tunante.

SE REPITEN LAS MISMAS ESTROFAS EN DOS CASAS MAS Y EN LA TERCERA LES DAN POSADA.

(Los Peregrinos...)

Posada le pido amado casero, pues madre va a ser, la reina del cielo

(Los Hosteleros...)

Pues si es una reina, quien lo solicita, como es que de noche, anda tan solita.

(Los Peregrinos...)

Mi nombre es José, Mi esposa es María. y madre va ser, del Divino Verbo.

(Los Hosteleros...)

Posada os brindo, Santos Peregrinos, y disculpa os pido, no os reconocía.

TODOS...

Entren Santos Peregrinos, Peregrinos... Reciban este rincón, que aunque es pobre la morada, la morada... os las doy de corazón.

POSADAS
Las posadas tienen su origen en la historia prehispánica, cuando los antiguos mexicanos celebraban en la época invernal el advenimiento de Huitzilopochtli, Dios de la Guerra, que se efectuaba en el mes llamado Panquetzaliztli, correspondiente en nuestro calendario al lapso que va del 7 al 26 de diciembre, lo que coincidía con la práctica europea de celebrar la Navidad.

Probablemente fueron los religiosos agustinos quienes aprovecharon estas festividades para su tarea de evangelización, desapareciendo a Huitzilopochtli del culto, pero manteniendo la celebración durante la misma época, con características diferentes y siguiendo la tradición cristiana.

Los evangelizadores representaron en las posadas el peregrinar de José y María a su salida de Nazaret en camino a Belén y, posteriormente, el nacimiento de Jesús. Esta representación se conforma de nueve posadas, que se inician el 16 de diciembre y consiste en solicitar alojamiento en ese simbólico camino a Belén hasta el día 25, fecha del nacimiento de Jesús.

En 1586, Fray Diego de Soria obtuvo del Papa Sixto V un permiso que autorizaba la celebración de unas misas de aguinaldo del 16 al 24 de diciembre, y que se llevaban a cabo en los atrios de la iglesia. Como atractivo también había luces de bengala, cohetes, piñatas y villancicos.

En siglo XVIII, Carlos III prohibió estos cantos, algo que a su muerte se volvió a poner en práctica, pero ya habían perdido arraigo en la población. Con otros elementos, como la comida y el baile, llegan las posadas del siglo XX, despojadas, en buena medida, de la religiosidad y que permanecen como una manifestación pagana.

Lo más importante de las posadas es que reúnen a la comunidad ya que, por el hecho de ser repartido cada día entre una familia, o un grupo de familias, entran en competencia amigable y sobre todo en un mayor esplendor de alegría navideña.

Con información de la Universidad de Guadalajara.


PIÑATAS
Las piñatas son el complemento indispensable de las posadas. Aunque tienen un origen bastante incierto, se sabe que llegaron a México por medio de los colonizadores españoles.

Una de las versiones sobre su origen se remonta hasta los chinos, quienes las utilizaban con forma de vaca o buey para celebrar el año nuevo de su calendario. Estos animales estaban rellenos de semillas de cinco clases que se derramaban cuando las golpeaban con varas de diferentes colores.

Posteriormente en el siglo XII, Marco Polo las descubrió en China y las llevó a Italia, donde se utilizaron para la celebración de la cuaresma en toda Europa. Cuando llegaron a América, se usaron para atraer a la gente a las ceremonias religiosas. El pueblo se apropió de ellas para las celebraciones populares y fue así como se han conservado entre nosotros.

Los frailes españoles instruían a los indígenas de México usando piñatas con esta explicación:

La piñata simboliza a las tres virtudes teologales:

-La FE, porque vamos con los ojos vendados, sin otra guía que las voces arriba, abajo, atrás, que tratan de hacernos el mal.

-La ESPERANZA, porque todos miramos al cielo anhelando y esperando el premio.

-La CARIDAD, porque si rompemos la piñata destrozando los vistosos oropeles del pecado, alcanzamos los regalos deseados para compartirlos con los demás.

Otro posible origen de este singular objeto, es que se adaptó de un juego prehispánico.

Las formas clásicas de las piñatas han sido estrellas, animales o frutas, pero las más populares generalmente representan personajes de la época como sátira política.

La piñata se llena con frutas de la temporada: cacahuates, jícamas, naranjas, limas, tejocotes, cañas, y en ocasiones se le agregan dulces como colaciones.

Con información de la Universidad de Guadalajara.

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