domingo, 24 de abril de 2011
Parejas
Una pareja de jóvenes tenia varios años de casados y nunca
pudieron tener hijos. Para no sentirse solos, compraron un
cachorro pastor alemán y lo amaron como si fuera su propio hijo.
El cachorro creció hasta convertirse en un grande y hermoso
pastor alemán.
El perro salvo, en mas de una ocasión, a la pareja de ser atacada
por ladrones. Siempre fue muy fiel, quería y defendía a sus dueños
contra cualquier peligro.
Luego de siete años de tener al perro, la pareja logro tener el hijo
tan ansiado.
La pareja estaba muy contenta con su nuevo hijo y disminuyeron
las atenciones que tenían con el perro.
Este se sintió relegado y comenzó a sentir celos del bebe y no era
el perro cariñoso y fiel que tuvieron durante siete anos.
Un día la pareja dejo al bebe plácidamente durmiendo en la cuna
y fueron a la terraza a preparar una carne asada.
Cual no fue su sorpresa cuando se dirigían al cuarto del bebe
y ven al perro en el pasillo con la boca ensangrentada,
moviéndoles la cola.
El dueño del perro pensó lo peor, saco un arma que llevaba
y en el acto mato al perro.
Corre al cuarto del bebe y encuentra una gran serpiente degollada.
El dueño comienza a llorar y exclama: he matado a mi perro fiel!
Cuantas veces no hemos juzgado injustamente a las personas?.
Lo que es peor, las juzgamos y condenamos sin investigar a que
se debe su comportamiento, cuales son sus pensamientos y sentimientos.
Muchas veces las cosas no son tan malas como parecen,
sino todo lo contrario.
La próxima vez que nos sintamos tentados a juzgar y condenar
a alguien recordemos la historia del perro fiel, así aprenderemos
a no levantar falsos contra una persona hasta el punto de dañar
su imagen ante los demás.
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